El origen especulativo de los naipes lleva a pensar que existen desde el descubrimiento del papel y la imprenta, pero está claro que estas adornadas cartulinas han estado presentes desde la época medieval y son parte de la cultura, las artes adivinatorias y el ocio de muchas generaciones. Sin embargo, en un continente joven como Latinoamérica se nota la influencia de las cartas españolas, ya que los españoles son los artífices de la colonización.

En el siglo XVI existían más de 70 imprentas de cartas en España, ya que, a pesar de la prohibición del juego, se había popularizado por toda la región, por tanto, los colonos importaron a Latinoamérica estas indispensables barajas; que hacían parte de sus ratos de ocio y diversión.

La real Fábrica de Naipes para Latinoamérica.

Don José de Gálvez, ministro de indias designado por Carlos III, promocionó el envió de cartas de naipes al nuevo continente, provenientes de la Real Fábrica de Naipes, erigida en la provincia de la cual él era oriundo. De este modo se creó un formato oficial de las cartas de naipe que los jugadores de la época utilizaban en Latinoamérica.

El éxito de la Real Fábrica de Naipes española, se le atribuye a un italiano denominado el Magnífico, que por más de 40 años hizo alarde de su pericia y habilidad para encarnar figuras y plasmar en forma exacta cada una de las líneas de las cartas de estas barajas, que atravesaron mares, como símbolo de la grandeza de las monarquías, la riqueza y las luchas de la edad media.

La fábrica de naipes represento para Macharaviaya; ciudad donde se instaló; nuevas fuentes de empleo y mucho progreso, a pesar de las dificultades de materia prima e infraestructura que tuvieron al comienzo. A esta localidad llegaron hábiles artesanos italianos que cubrían la cuota de 30000 mazos de cartas al año, que eran enviados a Latinoamérica, sin embargo, se tuvieron que enfrentar a la sobreproducción, la falsificación y el contrabando, por eso tuvieron que cerrar y subastar la empresa en el año 1815.

Peculiaridades de las cartas de naipes españolas

Las cartas de naipe con que los latinoamericanos juegan tienen su origen en España y cuentan con algunas peculiaridades que se dan desde sus inicios o se han adaptado con el tiempo, que las hacen especiales, veamos:

Los diseños de las cartas son ricos en colores y figuras de origen medieval que representan a los diferentes escaños de la estructura social de la época, donde se pueden observar el clero, la nobleza, los comerciantes y los siervos en las cartas de copas, espadas, oro y bastos en forma respectiva.

A pesar de las habilidades del italiano Félix Solesio, apodado el magnífico, que diseño los bocetos iniciales de las barjas hechas en la real fábrica de naipes para Latinoamérica, su aspecto actual se debe al francés Heraclio Fourier, que presento una baraja litografiada en 1868, sin embargo, es necesario anotar que el pintor Augusto Rius hizo la propuesta más aproximada a nuestros días para el propio Fourier.

La baraja española es la única que no posee una reina, a pesar de las figuras algo delicadas de las sotas. Los reyes son representados por hombres mayores y de barba, aunque los reyes de oro y copas están ilustrados con facciones más juveniles y sus caballos miran hacia la izquierda en contraposición de los de espadas y bastos.