El asombroso Machu Picchu, las fascinantes ruinas, su civilización antigua y los artefactos admirables son algunas de las razones por la que Perú atrae a miles de turistas cada año, aventurarse a explorar los innumerables rincones del enigmático país de América del Sur, que en la actualidad tiene otro atractivo turístico que se suma a los ya nombrados: los casinos.

En 1994 el presidente Alberto Fujimori, aprobó y actualizó las leyes del juego. Con esta ley se permite a las personas jugar y apostar a una amplia gama de máquinas tragamonedas y juegos de azar. Sin embargo, no se instituyeron controles para establecer la legalidad y en muy poco tiempo, Perú, estuvo inundada de máquinas tragamonedas y de salas de juego, de las que sólo un 5% estaban legalmente registradas para realizar esta actividad.

Por esta razón, unos años más tarde durante el gobierno del presidente Alejandro Toledo, se emite el decreto que daba a los propietarios de estas máquinas tragamonedas y salas de juego un plazo para acogerse a la legalidad y obtener la licencia que les permitiera operar.  Fallo que no fue acatado y por lo tanto no condujo a nada. Por lo que el gobierno, se vio en la penosa tarea de realizar operativos policiales que confiscaron máquinas tragamonedas sin licencia, lo que obligó a los propietarios a obtenerlas. Aunque muchos empresarios buscaron la forma de solicitar prorrogas para extender su operación sin legalizar las máquinas y de esta forma operar desde la ilegalidad, sin ser atacados.

La “Ley de Reordenación y Formalización de Casinos y Máquinas Tragamonedas”, aprobada por en la administración del entonces presidente Alejandro Toledo, que ordenaba que las salas de juego y los casinos tenían que registrarse en el Departamento de Comercio Exterior y de Turismo antes de iniciar el año 2007. Lo que funcionó mágicamente.

Fue entonces cuando Perú, se convirtió en toda una autoridad de la industria de los juegos de azar en Sur América. Si el Departamento de Comercio Exterior y Turismo autoriza a un casino, su operación es totalmente legal. La legislación y los sistemas de control son muy estrictos e impositivos, sin embargo, la industria de los casinos y los juegos de azar crecen constantemente en Perú.

Casinos tan conocidos en el mundo como Palacio Royal, Atlantic City Casino, Majestic casino, Fiesta Casino y otros, están establecidos en Perú y funcionan con mucho éxito.

Muchos de los más famosos casinos están establecidos en complejos turísticos y ofrecen a su clientela la mejor atención y completo servicio que incluye una variada forma de realizar los pagos: cajeros, tarjetas de crédito, efectivo y facilidad en el cambio de moneda. Además, personal altamente calificado que habla varios idiomas.

En la capital, Lima, se encuentran más de 20 casinos entre los que se destaca el Casino Golden Palace, el casino más grande de Perú y que ofrece una gran cantidad de mesas de juego y máquinas tragamonedas.

Los casinos de Perú ofrecen a su selecta y distinguida clientela una gran variedad de juegos, que van más allá de las máquinas y mesas de juego, se puede disfrutar de torneos y juegos nocturnos donde se puede apostar en efectivo; apuestas deportivas, carreras de caballos.

En definitiva, Perú se ha consolidado como un atractivo turístico para los amantes de los juegos de azar y los casinos.