El origen de la palabra Tahúr se la pelean los musulmanes, árabes y cristianos, dándole significados poco congruentes que van desde pordioseros, reyes o apostadores de juegos de azar.

En el mundo occidental esta palabra se remonta a tiempos antiguos y hace alusión a un personaje que encierra magia en el mundo de los bares y cantinas, donde las apuestas eran espacios de esparcimientos obligados para la sociedad y  en los cuales el tahúr hacia alarde de sus grandes habilidades en cada uno de sus juegos y donde además se destacaba por los trucos tramposos que realizaba con las cartas o los dados, que lo hacían  crear ambientes que encerraban un halo de magia donde la diosa Fortuna desplegaba sus encantos a su favor.

El Tahúr siempre presente

En la actualidad los jugadores de juegos de azar se han convertido en verdaderos magos, que no dejan todo a la suerte, sino que utilizan herramientas que los prepara mental y físicamente para competir.

El conocimiento de las reglas, el estudio de probabilidades, la aplicación de técnicas, el desarrollo de tecnologías y por supuesto un toque de suerte, son los elementos que utiliza un jugador, más aún cuando en la actualidad los casinos y casas de juego poseen herramientas para detectar a los tramposos, disminuyendo en un alto porcentaje la influencia de estos personajes. Sin embargo, el tahúr siempre está presente y se las ingenia para hacer de las suyas.

Algunas de las trampas hábilmente desplegadas por el tahúr a lo largo de la historia y que han sido objeto de inspiración de escritores, guionistas, libretistas y contadores de leyendas son:

  • Identificar las señas de cada una de las cartas de la baraja por medio de un estudio detallado de ellas, de tal forma que con cualquier seña y vestigio que el crupier permita, la distinga, logrando con ello armar un juego que le dé una amplia ventaja sobre la banca.
  • Contar con un compinche que a través de la caracterización de un sujeto poco notorio y utilizando un código de señas ampliamente establecido y estudiado por los cómplices, le indica al jugador que cartas tienen los demás contendientes, de modo que se utilice esta información para realizar una mejor jugada.
  • El levantamuertos es el nombre que se le da al tahúr que tiene habilidad para robar las apuestas de los jugadores novatos o por hacer las apuestas en el tapete cuando ya se ha dado el resultado del juego sin que se note, debido a la falta de concentración y experticia de los participantes en el juego.
  • El conteo de cartas, la utilización de sabot con compartimientos ocultos o los dados cargados han sido herramientas que han utilizado a través del tiempo el tahúr profesional y a pesar de los avances tecnológicos y los controles siguen creando mecanismos como lentes con cámara y dispositivos con intercomunicación que les ayuda en el juego.

El tahúr es experto en manipulación y lo complementa con el manejo sorprendente de las técnicas concernientes a cada juego, pero también son especialistas en comportamiento humano, son amantes de los artilugios, le dedican tiempo al estudio de técnicas y se alejan de métodos que dejan huellas, convirtiéndolos en muchos casos en grandes jugadores que encierran magia en cada participación en el mundo del juego y el azar.