Noticias Increíbles de robos de Casinos

No es una gran sorpresa saber que los casinos se han convertido en un tema tan popular. Hoy en día con los avances tecnológicos y la imagen que se ha creado alrededor de los casinos, la cantidad de personas que interactúan y juegan a apostar ha incrementado de manera sustancial.

Las personas se siente atraídas por este tipo de industria, les gusta sentir esa adrenalina que genera al ingresar a un casino tanto físico como virtual, se siente realmente motivadas a experimentar sensaciones y emociones que solo los casinos logran transmitir, ya que estas van desde etapas de felicidad, tristeza, frustración, determinación, hasta euforia total y son estas mismas emociones las que han llevado a ciertas personas a cometer acciones de las cuales posteriormente no se sentirán muy orgullosos; como lo es el caso de un hombre americano de 26 años de edad el cual fue arrestado tras ingresar a un casino y ejecutar el robo de un equivalente a 300 dólares en efectivo y 70 dólares en fichas de juego.

Este evento tuvo lugar en un pequeño casino localizado en el sur de Las Vegas en las horas de la madrugada, cuando el personaje en cuestión decidió ingresar con un arma de fuego y  ordenar que las cajas registradoras fueran vaciadas y entregadas a él.

El punto más curioso de esta trágica historia es que cuando el sujeto fue capturado se rebeló el hecho de que en el momento en el que se realizo el crimen el hombre no llevaba mascara o ningún elemento que cubriera su identidad, por lo que fue fácil reconocerlo al día siguiente cuando ingreso a cumplir con su horario de trabajo de manera habitual en el mismo casino que había sido robado la noche anterior.

Otra noticia que ha sorprendido a los medios es la de una mujer de cerca a los 43 años de edad, la cual solía frecuentar los casino de Nevada e invertir una gran cantidad de dinero en la misma máquina tragamonedas por un par de semanas, para posteriormente desaparecer y ser encontrada en otro casino cercano realizando la misma acción.

Esta mujer solía pasar horas frente a la misma máquina sin siquiera moverse para ir al baño o a consumir algún alimento, al día siguiente cambiaria de máquina para realizar la misma acción y así posteriormente por un par de días e incluso semanas. Lo que llamo la atención de los vigilantes y guardas de seguridad del lugar no fue su falta de movimiento si no su frustración al descubrir que la maquina en la que ella se deseaba sentar se encontraba ocupada, hasta que un día incluso alcanzo a entrar en argumentos con la persona sentada en esa máquina,  para descubrir que dentro de su falda cargaba a un hombre pequeño que se encargaba de robar y vaciar la maquinaria.